Si eres un padre/madre hijo/hija de Dios, puedes interceder por los tuyos también.
Jorge y Laura, estaban pasando momentos difíciles al tener su único bebé enfermito; el diagnóstico era desalentador: "tumor maligno" en el cerebro del pequeño. El doctor no daba esperanzas, así que la pareja podría decirse que estaba angustiada.
Una noche, aproximadamente a la 1 de la madrugada, Jorge despertó, y se dió cuenta que su esposa Laura no estaba a su lado; muy cautelo se levantó y se acercó a la cuna del bebé. Su sorpresa: una mujer oraba, gemía, lloraba, suplicaba y ordenaba en el nombre del Señor Jesucristo para que Satanás quitara su horrible garra del cerebro de su bebé; Laura no había dormido nada, una vez su esposo quedó dormido, ella había estado orando alrededor de la cuna del bebé; el piso alrededor de aquella cuna estaba mojado por las lágrimas que Laura había derramado delante la presencia del Señor en súplica.
Aquella noche fue una intensa batalla: Una madre creyente enfrentándose contra el mismísimo Satanás por la liberación de su hijo. Pero Laura nunca se enfrentó sóla al diablo, lo hizo en nombre del Señor Jesucristo, quien tiene poder y toda autoridad en los cielos y la tierra, y ante su presencia no prevalece la potestad de las tinieblas.
Otro día, ambos dieron testimonio de un bebé sanado, Dios había hecho el milagro.
La Biblia dice:
"Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño." Lucas 10:19
Tomando en cuenta que únicamente en el nombre del Señor Jesús tenemos poder y autoridad sobre las fuerzas de las tinieblas, 1 Pedro 4:11/ Hechos 1:8 / Hechos 4:12 / Lucas 10:17 / Marcos 16:17-18
Quizá tu hijo o hija está padeciendo de enfermedad y no tienes recursos para acudir al médico. Vuélvete a tu médic por excelencia y clámale por la salud de tu hijo(a); estoy seguro que Él está ansioso por escuchar tu petición, sólo cuida tu santidad y ven a su presencia bajo la cobertura de la sangre preciosa del Unigénito Hijo de Dios.
Si recibiste al Señor Jesucristo como tu Señor y salvador personal recuerda esto:
"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios." Juan 1:12-13
Recuerda: ¡Nunca te rindas ante las fuerzas de las tinieblas!
¡Hay victoria para los que confian en el Señor!
Que Dios te bendiga,
Stanley Gómez. Imprimir tema.
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