Observaba como una joven madre trataba de hacer que su hijito de dos años se decidiera. "Puedes escoger pescado o pollo". le dijo. Ella limitó la elección a dos cosas porque el niño era demasiado pequeño para entender más allá de ello.

A menudo, la elección ofrece una mayor variedad de opciones, y también debe permitirle a la persona rechazar las alternativas.

Adán y Eva se encontraban en el mejor de los ambientes posibles. Dios le había dado libertad de comer de todos los árboles en el Edén. ¡Él Sólo puso límites alrededor de un árbol!

Ellos podían elegir, y no hacía falta ser muy inteligentes para escoger sabiamente. Pero su elección fue trágica.

Algunos culpan a Dios por lo que consideran que son sus restricciones. Incluso puede que lo acusen de tratar de controlar sus vidas. Pero Dios establece límites, así como lo hizo con Adán y Eva.

Sí, Dios establece límites, pero son para nuestra protección.

Dios se preocupa tanto por nosotros que nos pone límites para que elijamos lo que es correcto.

Los Mandamiento de Dios nos fueron dados para satisfacernos, no para frustrarnos.

Dios puso esos limites pensando siempre en nuestro bienestar, debemos de tener cuidado con todas esas cosas atractivas a nuestro ojos que se nos presentan en la vida, ya que la mayoría de ellas son perjudiciales para nosotros a corto o largo plazo. DIOS NUNCA SE EQUIVOCA!!!

Pidamos a Dios que nos ayude a elegir las cosas que son mas convenientes para nosotros y para los que nos rodean, asi podremos crecer espiritualmente y ser de buen testimonio para las personas.

De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y el mal no comerás. - Génesis 2:16-17






DIOS LES BENDIGA!


Sindy Cándido.

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En una junta de padres de familia de cierta escuela, la Directora resaltaba el apoyo que los padres deben darle a los hijos. También pedía que se hicieran presentes el máximo de tiempo posible.

Ella entendía que, aunque la mayoría de los padres de la comunidad fueran trabajadores, deberían encontrar un poco de tiempo para dedicar y entender a los niños.

Sin embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se levantó y explicó, en forma humilde, que él no tenía tiempo de hablar con su hijo durante la semana.

Cuando salía para trabajar era muy temprano y su hijo todavía estaba durmiendo.
Cuando regresaba del trabajo era muy tarde y el niño ya no estaba despierto.

Explicó, además, que tenía que trabajar de esa forma para proveer el sustento de la familia. Dijo también que el no tener tiempo para su hijo lo angustiaba mucho e intentaba redimirse yendo a besarlo todas las noches cuando llegaba a su casa y, para que su hijo supiera de su presencia, él hacia un nudo en la punta de la sábana.

Eso sucedía todas las noches cuando iba a besarlo.

Cuando el hijo despertaba y veía el nudo, sabía, a través de el, que su papá había estado allí y lo había besado. El nudo era el medio de comunicación entre ellos.

La directora se emocionó con aquella singular historia y se sorprendió aún más cuando constató que el hijo de ese padre, era uno de los mejores alumnos de la escuela.

El hecho nos hace reflexionar sobre las muchas formas en que las personas pueden hacerse presentes y comunicarse con otros.

Aquel padre encontró su forma, que era simple pero eficiente. Y lo más importante es que su hijo percibía, a través del nudo afectivo, lo que su papá le estaba diciendo.

Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que olvidamos lo principal que es la comunicación a través del sentimiento.

Simples detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana, significaban, para aquel hijo, muchísimo más que regalos o disculpas vacías.

Es válido que nos preocupemos por las personas pero es más importante que ellas lo sepan, que puedan sentirlo.

Para que exista la comunicación, es necesario que las personas "escuchen" el lenguaje de nuestro corazón, pues, en materia de afecto, los sentimientos siempre hablan más alto que las palabras.

Es por ese motivo que un abrazo, o un beso, revestido del más puro afecto, cura el dolor de cabeza, el raspón en la rodilla, el miedo a la oscuridad.

Las personas tal vez no entiendan el significado de muchas palabras, pero saben registrar un gesto de amor. Aún y cuando el gesto sea solamente un nudo. Un nudo lleno de afecto y cariño.

Vive de tal manera que cuando tus seres queridos piensen en justicia, cariño, amor e integridad... piensen en ti.

Juan 13:15
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

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DIOS LES BENDIGA!
Sindy Cándido.
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El niño vivía con su padre en un valle en la base de un gran dique. Todos los días el padre iba a trabajar a la montaña detrás de su casa y retornaba a casa con una carretilla llena de tierra. «Pon la tierra en los sacos, hijo», decía el padre. «Y amontónalos frente a la casa».

Si bien el niño obedecía, también se quejaba. Estaba cansado de la tierra. Estaba cansado de las bolsas. ¿Por qué su padre no le daba lo que otros padres dan a sus hijos? Ellos tenían juguetes y juegos; él tenía tierra. Cuando veía lo que los otros tenían, enloquecía. «Esto no es justo», se decía.
Y cuando veía a su padre, le reclamaba: «Ellos tienen diversión. Yo tengo tierra».

El padre sonreía y con sus brazos sobre los hombros del niño le decía: «Confía en mí, hijo. Estoy haciendo lo que más conviene».

Pero para el niño era duro confiar. Cada día el padre traía la carga. Cada día el niño llenaba las bolsas. «Amontónalas lo más alto que puedas», le decía el padre mientras iba por más. Y luego el niño llenaba las bolsas y las apilaba. Tan alto que no ya no podía mirar por encima de ellas.

«Trabaja duro, hijo», le dijo el padre un día, «el tiempo se nos acaba». Mientras hablaba, el padre miró al cielo oscurecido. El niño comenzó a mirar fijamente las nubes y se volvió para preguntarle al padre lo que significaban, pero al hacerlo sonó un trueno y el cielo se abrió. La lluvia cayó tan fuerte que escasamente podía ver a su padre a través del agua. «¡Sigue amontonando, hijo!» Y mientras lo hacía, el niño escuchó un fuerte estruendo.

El agua del río irrumpió a través del dique hacia la pequeña villa. En un momento la corriente barrió con todo en su camino, pero el dique de tierra dio al niño y al padre el tiempo que necesitaban. «Apúrate, hijo. Sígueme».

Corrieron hacia la montaña detrás de su casa y entraron a un túnel. En cuestión de momentos salieron al otro lado, huyeron a lo alto de la colina y llegaron a una nueva casita.

«Aquí estaremos a salvo», dijo el padre al niño.

Sólo entonces el hijo comprendió lo que el padre había hecho. Había provisto una salida. Antes que darle lo que deseaba, le dio lo que necesitaba. Le dio un pasaje seguro y un lugar seguro.

A veces no entendemos al Padre. Pero el sabe lo que hace. No te quejes de los sacos de tierra que has tenido que cargar. Un día sabrás que Dios estaba trabajando para tu futuro.

Oh , levántate ahora para habitar en tu reposo, tú y el arca de tu poder; oh, sean vestidos de salvación tus sacerdotes, y tus santos se regocijen en tu bondad. 2 Crónicas 6:41

De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Señor. Salmo 25:7

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Sindy Cándido.
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Se cuenta que una vez asaltaron a Matthew Henry, el famoso ministro y comentarista bíblico del Siglo XVIII (1662-1714), tras lo cual algunos de sus amigos le preguntaron cómo se sentía

Claro está que ellos esperaban escuchar de él alguna queja contra Dios. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando Henry les contestó:

"Me siento muy agradecido con Dios... de hecho, tengo cuatro cosas por las cuales estarle agradecido en cuanto a esto que me ha pasado.

Primero, le estoy agradecido porque es la primera vez que me asaltan.

Segundo, le estoy agradecido porque me robaron la bolsa y no me quitaron la vida.

Tercero, le estoy agradecido porque aunque se llevaron todo lo que tenía encima, no era mucho.

Y cuarto, le estoy agradecido porque me robaron a mí y no fui yo quien robó".

¡Vaya ejemplo de ser agradecido!

No importa lo que pase en nuestra vida, siempre habrá suficiente razones para seguir agradecido. Cada día vemos milagros en nuestra existencia, a veces son grande milagros y a veces son pequeños milagros, pero son milagros y lo que nos mantiene vivos y llenos de fe no son en sí los milagros sino en primer lugar, Dios en nosotros y en segundo lugar, nuestro agradecimiento.

No te olvides hoy de ser agradecido.
"DAD GRACIAS A DIOS EN TODO, PORQUE ESTA ES LA VOLUNTAD DE DIOS PARA CON VOSOTROS EN CRISTO JESUS" . 1Tesalonicenses 5:18



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Sindy Cándido.
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