Un domingo escuché a Miguel hablar acerca de su relación con sus dos padres, el que lo crío cuando era niño y su Padre en el cielo.

Primero describió su confianza infantil hacia su padre terrenal como "sencilla y sin complicaciones". Esperaba que su papá arreglara lo que se había roto y le diera consejos. Sin embargo, le aterraba la idea de no complacerle, porque a menudo olvidaba que el amor y el perdón siempre venían a continuación.

Miguel continuo: "Hace algunos años causé todo un enredo y herí a muchas personas. Debido a mi culpa, terminé una relación feliz y sencilla con mi padre celestial. Olvidé que podía pedirle que arreglara lo que yo había roto y buscar su consejo".

Pasaron los años. Finalmente, Miguel tuvo una necesidad desesperada de Dios, pero se preguntaba qué hacer. Su pastor simplemente dijo: "Dile a Dios que lo lamentas, ¡y hazlo en serio!"

En vez de ello, Miguel hizo preguntas complicadas, como: "¿Cómo funciona esto?" y "¿Qué pasará si...?"

Finalmente, su pastor oró: " Dios, por favor, ¡dale a Miguel la fe de un niño!" Más tarde, Miguel dio un testimonio gozoso: "¡El Señor lo hizo!"

Miguel encontró la intimidad con su Padre celestial. La clave para él y para nosotros es practicar la fe sencilla y sin complicaciones de un niño.

La fe brilla con mayor fulgor en un corazón de niño.
De cierto os digo, que si no volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Mateo 18:3




DIOS LES BENDIGA!


Sindy Cándido.
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En un centro comercial en Coventry, Inglaterra, los investigadores colocaron coloridos anuncios a lo largo de las barandillas de una escalera que decian: “Subir las escaleras protege su corazón”. A lo largo de un periodo de seis semanas, el número de personas que eligieron subir las escaleras tradicionales en vez de las escaleras mecánicas que había al lado se elevó a más del doble.

Los investigadores dicen que cada paso cuenta, y que el comportamiento a largo plazo sólo cambiará si los anuncios se ven con regularidad.

La Biblia está llena de “anuncios” que nos instan a obedecer al Señor y seguirle incondicionalmente.

Muy a menudo esperamos que nuestras vidas cambien por medio de un gigantesco salto de fe, una profunda decisión o algun acto significativo de servicio. En realidad la única manera en que cambiamos es dando un paso cada vez; y cada paso cuenta.

Prestemos hoy atención a los anuncios y demos un paso de obediencia sincera hacia el Señor.

Un pequeño paso de obediencia es un gigantesco paso hacia una gran bendición.


Amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días. Deuteronomio 30:20




DIOS LES BENDIGA!






Sindy Cándido.

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Un día en una visita al capitán del barco,en uno de mis viajes, sonó una alarma estridente, seguida por extraños ruidos como de algo que rechinaba y chocaba ruidosamente debajo del puente.

«Son nuestros compartimentos herméticos que se cierran», explicó el capitán. «Es una parte importante de nuestros ejercicios de seguridad.

En caso de un verdadero problema, el agua que se filtra en un compartimiento no afecta al resto del barco. Aun al chocar con un témpano de hielo, como el Titanic, el agua sólo penetraría en el compartimiento roto. Sin embargo, el barco seguiría a flote».

El nos dijo:
"Cada uno de ustedes es una organización más maravillosa que ese gran trasatlántico, y han emprendido un viaje mucho más largo. Les exhorto a que aprendan a tener bajo sujeción su vida y a vivir cada día en un compartimiento hermético para ese día.

Esto garantizará su seguridad en todo el viaje de la vida. Toquen un botón y escuchen, en todo ámbito de su vida, las puertas de hierro que dejan fuera el pasado, los días de ayer que ya han muerto.

Toquen otro botón y cierren, con una pared metálica, el futuro, los mañanas que aún no nacen. Así estarán a salvo; a salvo por ese día.

No piensen en la cantidad que hay que lograr, ni en las dificultades que hay que vencer, sino empéñense seriamente en la tarea menuda que tienen a la mano, y dejen que sea suficiente para el día; porque nuestro claro deber no es ver lo que apenas se ve en la distancia, sino hacer lo que tenemos al alcance de la mano. "

Aprendamos la lección para mantener flotanto el barco de nuestra existencia.

Mateo 6.34.
No os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

1 Pedro 5:7

Echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros
Muchos barcos personales están sosobrando hoy porque no aprendieron a cerrar


DIOS LES BENDIGA!





Sindy Cándido.

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