Un joven, una noche fue a la piscina de la universidad a la que pertenecía. Las luces estaban todas apagadas, pero como la noche estaba clara y la luna brillaba, había suficiente luz para practicar.
El joven se subió al trampolín más alto, y cuando volvió la espalda listo para saltar a la piscina, al filo de rampa, extendió sus brazos y vió su propia sombra en la pared.
El joven quedó impresionado, ya que la sombra de su cuerpo tenía la forma exacta de una cruz.
En lugar de saltar, sin saber el por qué, se arrodilló, y finalmente le pidió a Dios que entrara en su vida.
Mientras el joven permanecía quieto, el personal de limpieza ingresó y encendió las luces.
'HABIAN VACIADO LA PISCINA PARA REPARARLA'.
Esta es la prueba más simple que 'El' existe.
La Biblia dice: No se venden dos pajarilos por un cuarto?Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre."Mateo 10:29
Que Dios te bendiga,
Equipo de Historias Que Edifican,
Grupo Edificate.
José Ton se escapó de su nativa Rumania para estudiar teología en Oxford. Al prepararse para regresar a su madre patria después de su graduación, le contó sus planes a varios estudiantes. Ellos le señalaron con toda franqueza que probablemente iba a ser arrestado al llegar a la frontera. Uno le preguntó: "Si te arrestan, ¿qué posibilidades tendrías de ser predicador? " Ton le preguntó a Dios acerca de esto y le fue recordado:
Mateo 10:16 "Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos".
Él pensó: ¿Qué posibilidad tiene una oveja de sobrevivir, mucho menos convertir a los lobos? Sin embargo, Jesús los envió, y no sólo esperó que sobreviviesen, sino que cumpliesen con su misión.
Regresó y predicó hasta el día de su arresto. Al ser interrogado por los oficiales, José dijo: "Su arma suprema es matarme, la mía es morir. Mis sermones están ahora circulando por todo el país grabados en cintas. Si me matan ahora, el que las escuche dirá: "Debe ser verdad".
Este hombre selló sus palabras con su sangre. Las cintas grabadas hablarán diez veces más fuerte que antes, por lo tanto, mátenme. Yo obtengo la victoria suprema". ¡El oficial lo mandó a su casa!
Cuando José pensó en salvar su vida, estuvo en peligro de perder su misión. Cuando no le importó perderla, no solo salvó su vida, sino también su libertad.
El mundo solo quiere lo mejor de usted, pero Dios quiere todo de usted.
Marcos 8:35 dice: "Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de Mí y del Evangelio, la salvará."
Un maestro oriental que vió cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua; pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó y el animal cayó al agua, y de nuevo intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: perdone, pero usted ¡es un terco!, ¿no entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?, el maestro respondió: "La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía que es ayudar". Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones.
Romanos 12:21: "No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien."
Que Dios te bendiga,
Nelson Sibrián.
El único sobreviente de un naufragio llegó a la playa de una diminuta y deshabitada isla. Pidió fervientemente a Dios ser rescatado, y cada día escudriñaba el horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar.
Cansado, finalmente tomó la decisión de construirse una cabaña de madera para protegerse y almacenar sus pocas pertenencias. Entonces un día, tras caminar por la isla en busca de alimento, regresó a su casa sólo para encontrar su cabañita envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el cielo. Lo peor había ocurrido: lo había perdido todo. Quedó profundamente entristecido y enojado: ¡Dios mío!, ¿cómo pudiste hacerme esto? -se lamentó.
Al día siguiente fue despertado por el ruido de un barco que se acercaba a la isla; había venido a rescatarlo.
-¿Cómo supieron que estaba aquí? -preguntó a sus salvadores.
-Vimos su señal de humo - contestaron ellos.
La próxima vez que tu cabaña se vuelva humo, recuerda que puede ser la señal de que la ayuda y gracia de Dios viene en camino.
Que Dios te bendiga
Nelson Sibrián.